El Salmo 35 comienza con una invocación al Señor para que actúe como defensor y protector del autor. A medida queEste salmo nos recuerda que Dios es nuestro refugio seguro y nuestra fortaleza en tiempos de adversidad. Cuando confiamos en Él, podemos encontrar paz y protección.El Salmo de la Imparcialidad es el número 35 en la Biblia católica